Iglesia de San Cipriano

Emplazamiento

De acuerdo con el Plano de Situación, el edificio de la Iglesia Parroquial de Cobeña está edificado en la plaza de la Villa, una de las zonas más altas del núcleo edificado de Cobeña, en la provincia de Madrid.

Superficie

La superficie total de la edificación es de 812,16 m2 aproximadamente.

Protección

Este edificio está declarado como Bien de Interés Cultural en la Categoría de Monumento según Decreto 142 de 10 octubre de 1996.

Protección

Este edificio está declarado como Bien de Interés Cultural en la Categoría de Monumento según Decreto 142 de 10 octubre de 1996.

Forma y elementos que la definen

Iglesia de planta rectangular, orientada litúrgicamente en dirección Este-Oeste, con la portada actualmente en uso en la fachada Norte. Consta de tres naves de igual altura con cuatro tramos separadas por dos hiladas de columnas cilíndricas toscanas de sillería de piedra, que sustentan arcos de medio punto y parabólicos sobre los que se desarrollan bóvedas vaídas, con decoración de recuadros en resalte. En los muros laterales las columnas se convierten en pilastras semicilíndricas adosadas, sobre las que se desarrolla una línea de imposta que continúa la forma del capitel. Las basas de las distintas columnas y pilastras, no son todas iguales sino que existen varias diferentes (aparecen todas ellas dibujadas en los planos del proyecto).

Según los estudios históricos realizados, la Iglesia actual se reedificó en el barroco sobre una del Renacimiento que ya existía en este mismo lugar, datos estos no totalmente asegurados, pero que aparentemente se confirman ya que la portada y otros elementos secundarios demuestran un claro estilo de finales del XVII, mientras que la estructura fundamental parece ser del siglo XVI.

Según parece ser, corresponde la autoría de la Iglesia actual al Burgalés Gaspar de la Peña, formado en el aprendizaje de las líneas clásicas de los edificios Herrerianos del Siglo XVII y que comparte la ejecución con Juan de Naveda, vecino también de la Meridad de Trasmiera en Burgos.

Estructura de muros con contrafuertes, machones e hiladas de sillería, que conforman el entramado resistente, y cajones y rellenos de mampostería de piedra, sobre zócalo de sillería resaltado sobre el plano de fachada. Los muros se coronan con comisa corrida moldurada de piedra y de buena dimensión, si bien la misma se encuentra muy alterada por la colocación de la cubierta que ha dado lugar a una "sobrecornisa" a lo largo de todo el perímetro. Quizá puedan identificarse con las fases constructivas más antiguas las zonas murarías donde únicamente existe sillería (y ventanas de medio punto, correspondiendo como es lógico a la zona de la cabecera), mientras que las fases constructivas posteriores presentan ya un aparejo de cajones de mampostería entre cadenas de sillarejo con contrafuertes hasta la cornisa rematados en curva y ventanas adinteladas).

Los huecos se recercan con sillares de piedra labrada, y se diferencian en dos tipologías: En crucero, presbiterio y sacristía se coronan en medio punto, abocinado; en las naves los huecos presentan forma rectangular, con recercado exterior en resalto. La vidriería de todas ellas (contemporánea) se resuelve con divisiones geométricas sencillas, con vidrio traslúcido de tipo catedral de colores.

Coro en alto a los pies de la Iglesia. Actualmente solo ocupa un tramo, el correspondiente al arco escarzano central, si bien las trazas de las columnas y de las pilastras adosadas al muro Oeste no denotan que en ningún caso este coro hubiese ocupado los dos tramos laterales (tampoco se observa ninguna seña en los arcos laterales entre columnas y pilastras), lo que nos hace pensar que nunca se pensara construir más que el tramo del centro. Se accede a él a través de una escalera de fábrica de ladrillo de carácter provisional junto a la que se observa la traza en la pared de lo que parecen unos antiguos tramos. Los dos arcos laterales parecen de fábrica de ladrillo y están acabados en yeso, imitando las características formales del tramo central, de cantería de piedra. El forjado del coro se encuentra en estado precario al haber perdido su "capa de compresión" y acabado que probablemente estarían conformados por tablones de madera sobre una cama de yeso. Asimismo, existe peligro cierto de caídas por la falta de barandilla de protección que los separe del espacio lateral del coro, si bien esta situación se solventa aunque sea de forma provisional mediante tablones.

Presbiterio rectangular coronado por bóveda vaída. Perdido el retablo original, se adorna con otro de sencilla traza y de época reciente. A cada uno de sus lados se sitúan la torre (Norte) y la Sacristía (Sur), completando así la forma rectangular del conjunto.

El solado es de losas de granito, en grupos de tres formando las antiguas sepulturas, recercadas por bandas también de granito. Algunas de estas losas se perdieron, rellenándose el hueco con solado de mortero de cemento ruleteado. Estos rellenos se localizan sobre todo en los laterales del pasillo central, y en los pies de la Iglesia, bajo la esquina Noroeste (la zona Suroeste no hemos podido apreciar cual es su situación ya que existe la escalera de acceso al coro y, sobre todo, un gran generador de aire caliente que ocupa casi la totalidad del espacio).

La sacristía, situada en el lado Sur del presbiterio, es un interesante espacio de planta cuadrada, coronado con bóveda de crucería con terceletes. Aunque presenta manchas, fue objeto de intervención en 1995, por lo que no presenta daños ni en el espacio interior ni en la cubierta.

De las tres puertas de acceso al templo, todas ellas coronadas con arco de medio punto, la más importante es la situada en fa fachada Norte, de orden toscano rematado con hornacina y pináculos, recuadrada en nicho de medio punto. Salvo ésta, de perfil herreriano, el resto se solucionan en sencilla labra de sillería, sin ningún tipo de molduración.

La carpintería de madera de las mismas es de buena factura en las puertas de las naves laterales, mientras que es de hierro en la puerta sita bajo el coro.

La estructura de cubierta es a base de escuadrías de madera en buen estado general. La estructura general quizá fue intervenida cuando se produjo el cambio de la cubierta que debía ser de teja curva árabe, por la que tiene en la actualidad a base de teja mixta de hormigón rojo. No obstante, se observa la reposición de algún elemento aislado, pero muy puntualmente pues su estado debía ser bueno.

La estructura se resuelve mediante grandes escuadrías de madera formando dos entramados:

  • VANO CENTRAL:Un durmiente que apoya sobre pilastras de ladrillo que prolongan las columnas de la iglesia. Sobre este durmiente, tirantes que cubren la totalidad del vano y que atirantan las dos sobrecarreras longitudinales que a su vez reciben los pares (tanto de la nave central como de la lateral). Estos pares tienen nudillo casi en el cien por cien del vano.
  • VANOS LATERALES:Un durmiente embebido en la fábrica de sillería con cajones de mampostería (con solera sólo en contadas zonas). Sobre este se apoyan directamente los pares, que en su otro extremo descansan sobre el durmiente superior de los dos existentes sobre los pilares de ladrillo.

En ambos casos se observan pares apuntalados, así como varias estructuras reforzadas de manera un tanto burda con piezas metálicas, si bien su estado puede considerarse como bueno y, por supuesto, conservable tras los trabajos de rehabilitación de cubierta, alejados de la corriente tan de moda hace algunos años de sustituir las cubiertas de madera por estructuras metálicas o incluso de hormigón.

La torre del templo, de sobria traza herreriana, se compone de cuatro cuerpos de fábrica de sillería de granito, separados por líneas de imposta y coronados con chapitel de pizarra. Se sitúa en el ángulo Noreste del templo, en el lado del Evangelio del presbiterio, sobresaliendo ligeramente en planta de la fábrica general del templo.

El cuerpo inferior arranca con fábrica de cajones de mampostería de bolo, sobre zócalo de sillería, con refuerzos también de sillería en las esquinas, correspondiendo con la configuración general de los muros del resto del templo. Su parte superior se termina en sillería, con un escuadre más basto que el de los cuerpos superiores.

El segundo y tercer cuerpos, de sillería de granito perfectamente escuadrada, no presentan ornamentación. En el cuerpo superior, campanario, se abren huecos coronados en medio punto en cada uno de los lados. Se articula mediante doble pilastra toscana a cada lado del hueco, sustentando entablamento formado por arquitrabe, friso y cornisa.

El chapitel, recientemente restaurado, de sencilla traza a cuatro aguas con faldones de inclinación creciente, se corona con pináculo ochavado cubierto de pizarra y rematado en esfera, veleta y cruz. Presenta buhardillas en sus cuatro caras. Antes de esta intervención el chapitel se encontraba recubierto por placas asfálticas y otras intervenciones anteriores que lo habían desfigurado completamente y a causa de ello se estaba produciendo una rápida degradación del mismo, pero afortunadamente, la estructura permitía su recuperación tras descubrir las cabezas de los tirantes, durmientes y pares (que estaban cubiertos por un zuncho de hormigón colocado hace unos veinticinco años y que había sido el causante de la apertura de las claves de los arcos por peso excesivo sobre los mismos), saneado de todos los durmientes mediante prótesis encoladas con resorcina o bien piezas nuevas en dos de los faldones donde el zuncho citado hacía inviable la conservación de lo que había quedado, recuperación o cambio de pares, péndolas, correas y tirantes, alfardas de refreno y las péndolas que le devolvíeron a su trazado original (incluyendo la ejecución de enrayado nuevo en el cuerpo bajo y sobre todo la ejecución de las dos ochavas, sus correspondientes puntales y las molduras de acabado -vueltas, tocaduras y molduras realizadas con prótesis de láminas encoladas con resorcina, ya que era necesario recrecer el volumen del cuerpo intermedio que se había perdido para poder situar en el mismo los acabados de vuelta de plomo-). El acabado de la torre recuperó su aspecto con la ejecución de los faldones de pizarra y caballetes ocultos de zinc en aristas, el forrado de las buhardillas de plomo y los baberos de zinc en base de la torre y vierteaguas. Para finalizar se limpió con cepillo toda la estructura y se protegió contra xylófagos mediante inyecciones múltiples del producto en válvulas antiretorno al tres bolillo y acabado de dos manos de xylamón. El remate de bronce de la cruz, veleta y bola se limpió y se conectó a un pararrayos.

Descripción Tipológico-Artística

Así como los datos de los sucesivos maestros de obra son abundantes, no es tan fácil identificar lo que queda de la realización de cada uno de ellos.

Los tres primeros responsables de la obra son vascos, lo que no es anecdótico sino una circunstancia frecuente en el desarrollo arquitectónico del S. XVI para las dos Castillas. Desde finales del S. XV conviven dos estilos: el gótico, desprendido de lo ornamental, pero que en lo arquitectónico responde claramente al ideal estético-religioso de la época, y las formas italianas renacentistas. En este período se forman alrededor de los núcleos góticos toledano y burgalés maestros canteros procedentes de la zona vasco-santanderina. Estos difunden en el segundo tercio del s. XVI un tipo de iglesia que se caracteriza por su aspecto monumental, planta de estructura gótica con tres naves de igual altura y, como soportes, pilares cilíndricos a modo de columnas renacentistas (de aquí el nombre de columnarias); los arcos tienen tendencia a ser de medio punto o rebajados; las bóvedas son casquetes esféricos, la mayoría de ladrillo recubierto de yeso, cubiertas generalmente con crucería complicada si bien ésta ha perdido su función, siendo sólo decorativa.

La iglesia de Cobeña responde a este esquema general pero no se llegó a cubrir de crucería, ni siquiera en el presbiterio. Sólo tiene crucería en la sacristía y, en su origen, la tuvo también en el primer tramo de la bóveda de la torre, lo que se desprende de los vestigios de las ménsulas. En la actualidad, no se conserva esta bóveda.

En cuanto a la planta, este tipo de iglesia sigue la estructura gótica sencilla y armónica, rectangular, con cabecera poligonal (cuadrada en el caso de Cobeña).

La utilización de los pilares cilíndricos supone la última fase de evolución del pilar gótico (dado que el baquetonado del s.XV suponía una gran labor de cantería). En un último momento, se hacen columnas con basa y capitel clásico

El hecho de levantar las naves de la iglesia a igual altura se puede relacionar con edificios del reino de Aragón o con las iglesias de salón alemanas.

Este tipo de iglesia corresponde a una sensibilidad nueva, caracterizada por la sobriedad, la fortaleza de los muros, desnudos de decoración, en la que se juega con la sensación de monumentalidad dada por la columna, y de espacio unificado (porque se contempla todo de golpe).Para los maestros tiene gran aceptación esta solución porque se eliminan los problemas de empujes y arbotantes. Rodrigo Gil de Hontañón adopta este sistema en la iglesia de Villacastín.

Así pues, la iglesia de Cobeña se encuadra en esta tipología de iglesia columnaria de salón, de la que tenemos otros ejemplos en la provincia de Madrid: Meco, Fuente de Saz, Guadalix de la Sierra y Soto del Real; las dos primeras, fuertemente influidas por el maestro Gil de Hontañón.

La de Cobeña es iglesia de tres naves, con tres tramos y cabecera rectangular, tipo que recuerda a la de Fuente de Saz, construida con el mismo material de cantos rodados en capas de sillería y encintada en ladrillo-No se llegó a cubrir con crucería, aunque los estribos del fondo de la cabecera en el exterior están en diagonal, indicando que fueron concebidos para sostener el empuje de bóvedas de crucería

Los elementos sustentantes son columnas toscanas, embebidas en las naves. La trabazón de los sillares de las columnas es perfecta, siguiendo las directrices que Juan de Herrera impuso a los canteros del Escorial. [1]

Se abren portadas a los pies y laterales. Las del lado de la Epístola y de los pies son con sencillos arcos de medio punto; pero la principal la relacionamos con la labor de Ballesteros (hijo), por ser obra típica trasmerana, abierta bajo un gran soportal en arco de medio punto entre los contrafuertes de la iglesia, en estilo herreriano con pilastras pareadas toscanas, arco de medio punto, remates de pináculo y hornacina coronada por frontón. Esta portada se restaura en 1833, sustituyendo primitivos machones de ladrillos por nuevos sillares.

En los muros exteriores, lo correspondiente a la obra del s.XVI es en sillería, con ventanas de arco de medio punto y estribos rectilíneos, y a la del s. XVII le corresponden cadenas de sillarejo entre hiladas de sillares con ventanas rectangulares y estribos de remate curvilíneo.

La torre, en el último de sus cuatro tramos, muestra pilastras toscanas pareadas, enmarcando arcos de medio punto. El chapitel sigue el modelo de chapitel herreriano en pizarra; en 1726, fue preciso renovar la pizarra.

En el interior, en el tramo de los pies, se alza el coro ocupando las tres naves sobre arco escarzano, siendo construcción del S. XVII.

Durante la guerra civil, se quemaron los retablos primitivos.

En obras de escultura, citaremos la imagen del Santísimo Cristo del Amparo. Asimismo, hay que destacar la pila bautismal, gótica decorada en arquillos, que provenía del antiguo templo derribado en 1588.Como dato curioso, la grieta que se aprecia en la actualidad en la misma ya existía en 1555, cuando el visitador ordena que, como no retiene el agua, se ponga un recipiente de vidrio o cerámica en su interior para que esté siempre llena.

El Archivo parroquial es de gran importancia, con fondos documentales desde 1550 en un total de 43 libros, aunque está por hacer una descripción de los mismos.

Fondos:

  • Libros sacramentales.
  • Libro de visita (1549-1603), ya citado Es el que más datos aporta sobre la fábrica de la iglesia.
  • Libros de cuentas de cofradías: cofradías de San Cipriano, de San Juan, de los Hermanos de la sangre de Cristo, de Nuestra Señora de la Concepción, del Santísimo Sacramento, de las Benditas Ánimas
  • Libros de memorias, capellanías y fundaciones.
  • Libros de censos.
  • Coletura de testamentos (contiene algunas cuentas de fábrica del s. XVI).

[1] Juan de Ballesteros, trasmerano, pudo haber estado trabajando en El Escorial con otros maestros canteros de Trasmiera junto con Juan de Herrera.

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